Cumplidos los 14 años, los chicos y chicas comienzan a trabajar en la Unidad Esculta.
Este es un momento crucial para las ideas, los interrogantes y las ambiciones. Empiezan a perfilar su personalidad definitiva.
El grupo cobra enorme importancia, elaboran sus propios proyectos, abiertos al servicio comunitario, se abren a la sociedad y afianzan su pertenencia y su responsabilidad ciudadana.
Conciben sus propios “proyectos de cambio”. Son ellos los verdaderos protagonistas de su futuro. Conciben la “Empresa” desde la idea hasta la ejecución, con la mera supervisión del educador adulto. Se responsabilizan de sus acciones y se impulsan en su propia motivación.
Empiezan a plantearse su formación profesional y a fijarse retos. Se hacen conscientes de que los estudios son lo más importante de sus vidas en este momento, sin dejar de lado también sus aspiraciones sociales y sus ganas de divertirse de forma saludable. El cuidado de la salud cobra una gran importancia en esta etapa para convertirse en un adulto sano.